Aún resuenan en el auditorio del Instituto Montoya los ecos de esa trompeta explosiva y enigmática del genial “Gillespi” que, por segunda vez en su carrera, deleitó al público misionero en una noche a pura música. El trompetista retornó a nuestra región para traer pasajes de sus discos anteriores (tiene cinco hasta el momento, el último de 2005) y algunas muestras de su próximo trabajo, que saldría a la venta para fin de año. Fueron cerca de dos horas a puro jazz, rock y algo de bossa nova tocados con mucha energía, talento y, por supuesto, mucha calidad.
La noche arrancó con “Dada” (tema que también abre su único disco en vivo, “Live in Gonnet”) y después prosiguió con temazos como “Cambio, you’ve changed”, “Señor Méndez” e incluso una excelente versión de “Come Together” de los Beatles. Gillespi demostró toda su magia para disparar melodías brillantes que convirtieron al auditorio, por momentos, en los mejores bares de la lejana y jazzera Nueva Orleáns. Jugó, además, con distorsiones en los sonidos que no hicieron más que aumentar la majestuosidad del espectáculo.
Pero no sólo fue su brillante actuación, sino que además lo acompañó toda una banda espectacular. En el teclado estuvo el histórico “Patán” Vidal, quien deslumbró con unos solos exquisitos; en el bajo un Norberto Córdoba eléctrico y con muchos momentos extraordinariamente funkys; en la batería Javier Martínez, un joven con un futuro prometedor y una potencia envidiable; en la guitarra el fenomenal Baltasar Comotto aportando todo el sabor rockero de la noche y cantando “
“El humor tiene que fluir” nos dijo Gillespi antes de subir al escenario y ello también quedó demostrado. Es que Marcelo Rodríguez (así es su nombre de pila) no sólo es un gran trompetista, sino que también es uno de los mejores humoristas del momento. Entre tema y tema, se despachó con breves improvisaciones de gran comicidad donde la gente estalló en carcajadas, haciendo el clima aún mucho más agradable y familiar.
Pero además, Gillespi aprovechó para promocionar su libro recientemente publicado “Blow, de trompetas y trompetistas” que, según nos comentó: “Es un libro que gira en derredor de las trompetas, son historias de trompetistas e historias mías con la trompeta. Conversaciones que yo tuve con trompetistas, algunos argentinos y otros internacionales, hablando del instrumento y de las penurias cuando él te da la espalda.”
En definitiva, una gran, gran velada con la mejor música. Para disfrutar, para reír, para llenarse. Y para recordarlo con mucha alegría.
(quiero agradecerles una vez más a los hermanos Jorge y Luis Spasiuk, organizadores del espectáculo que nos atendieron de "10"; a Dieguito, con quien le hicimos una nota al genio, que pronto publicaré; a la Pao que sacó casi todas las fotos y subió este texto a Diario Misiones; y a Gille, que nos recibió con la mejor onda y mucha paciencia, ¡gracias maestro!)